📸 Imagen cortesía: Captura de pantalla. Video tomado de la cuenta de X de la Policía Metropolitana de Bogotá.
¿Infancia rota en Rafael Uribe Uribe?
La tarde del martes 29 de octubre de 2025 en Bogotá se tiñó de angustia y urgencia. Un hombre de 62 años fue capturado en flagrancia por la Policía Metropolitana en la localidad de Rafael Uribe Uribe, acusado de intentar abusar sexualmente de un niño de apenas seis años. La rápida reacción de la comunidad y las autoridades detuvieron lo que pudo ser una tragedia aún mayor.
El operativo policial tuvo lugar tras un llamado inmediato de vecinos que, alertados por comportamientos sospechosos en una de las zonas residenciales más vulnerables de la capital, no dudaron en actuar. “Respondimos sin demora a la denuncia ciudadana y logramos la captura del sujeto justo en el momento en que intentaba cometer el delito”, explicó un portavoz oficial, quien subrayó el rol vital de la ciudadanía y la efectividad de las líneas de atención temprana para enfrentar estas emergencias.
Mientras tanto, el niño fue resguardado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que activó sus protocolos de protección y apoyo integral. Más allá de resguardar su integridad física, la institución comenzó a brindar apoyo psicológico y social a la víctima y su familia, en un esfuerzo por mitigar el dolor y la vulnerabilidad que deja una experiencia tan traumática. La Fiscalía General de la Nación, por su parte, abrió la investigación correspondiente y presentará al presunto agresor ante un juez de control de garantías, garantizando el cumplimiento del debido proceso.
Este episodio es un reflejo cruel pero necesario de una realidad que no puede ignorarse. En los primeros seis meses de 2025, Bogotá registró más de 6.400 denuncias por violencia sexual contra menores: un promedio de 35 niños y niñas afectados cada día. Son cifras que ilustran un vacío profundo y doloroso en la protección de la infancia, que exige no solo acciones inmediatas, sino también políticas sostenibles y un compromiso social real para enfrentar la violencia sexual.
¿Podrá la sociedad mantener viva la vigilancia y el acompañamiento comunitario para proteger a sus menores? ¿O seguirá la infancia siendo terreno fértil para la impunidad y el dolor? Mientras tanto, en Rafael Uribe Uribe y más allá, la justicia intenta avanzar entre sombras y heridas que aún esperan sanar.
