📸 Imagen cortesía Manuel Saldarriaga
[¿Premio o castigo?]
Este lunes 6 de octubre de 2025, la Dimayor anunció una sanción severa contra Alfredo José Morelos, delantero de Atlético Nacional, tras su controvertida actuación en Tunja.
El pasado 5 de octubre, en la fecha 14 del Clausura 2025, Morelos protagonizó una jugada que marcaría el empate 1-1 contra Boyacá Chicó. Simulando una falta dentro del área, provocó un penalti que él mismo convirtió. Sin embargo, la Comisión Arbitral Nacional concluyó que el contacto existió, pero no justificaba la infracción, catalogando el acto como simulación según el reglamento oficial. En consecuencia, el Comité Disciplinario de la Dimayor decidió suspenderlo por dos semanas y multarlo con 85.410.000 pesos — sesenta salarios mínimos—, argumentando que su intención fue provocar una decisión errónea del árbitro, hecho prohibido en el artículo 64, literal f) del Código Disciplinario Único.
Atlético Nacional defendió la legitimidad de la decisión arbitral, respaldada por el VAR, pero las declaraciones del propio Morelos admitiendo su voluntad deliberada de buscar el penalti inclinaron la balanza hacia el castigo. La sanción implica que el atacante no podrá participar en encuentros clave de la fase de todos contra todos, un golpe duro para las aspiraciones del equipo en la recta final del torneo.
La multa deberá ser cancelada en un plazo de veinte días, bajo amenaza de consecuencias adicionales, mientras la polémica desata un debate sobre la ética deportiva y el límite entre la astucia y el juego sucio. ¿Podrá la justicia disciplinaria restaurar la confianza en un fútbol cada vez más mediatizado? ¿O este episodio quedará como un signo más del desgaste institucional que vive el deporte rey en Colombia? Por ahora, la pelota sigue rodando, pero la sombra de la simulación ha dejado una mancha difícil de borrar.