La expresión en los rostros de la población de Gaza refleja «el trauma, el estrés, como si el dolor y la tristeza se hubieran arraigado en ella», según James Elder, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), quien se unió a las labores de ayuda en el enclave asediado.
Elder se reunió con niños y sus familias en Gaza durante la pausa humanitaria de los combates, convocada tras semanas de intensos bombardeos que causaron la muerte e hirieron a más de 15.000 personas y desplazaron a 1.7 millones de palestinos.
[adrotate banner=»22″]
La actual crisis estalló el 7 de octubre, cuando Hamás atacó a Israel, resultando en más de 1.200 personas muertas y más de 200 rehenes.
Se está viviendo un momento inmensamente difícil, y, por supuesto, esto es en realidad solo una pausa humanitaria. La gente se está recuperando de tanto en las últimas siete semanas y están tan asustados de que las cosas empiecen de nuevo.
Alrededor de un millón y medio de personas han perdido sus hogares, la gente está en diferentes refugios, y los hospitales están llenos de niños heridos por la guerra.
Última noticia

Al hacer clic en «Suscríbete» aceptas nuestras políticas de tratamiento de datos. Puedes consultarlas Aquí
“Cada niño necesitará algún tipo de apoyo mental. El niño con el que estaba hablando hace media hora en lo que debería ser una escuela técnica para jóvenes, pero ahora es un campamento para 30,000 o 40,000 personas, perdió a su madre y a sus hermanas en un bombardeo. Ni siquiera es consciente de que su madre ha muerto”.
Más de 6000 niños han sido asesinados en Gaza. De los que quedan vivos, la gran mayoría ha perdido a su padre, su madre, sus hermanos y hermanas o algún ser querido. Muchos siguen heridos en camas que se hacinan por doquier, mientras que los otros combaten enfermedades, o el riesgo a contraerlas. Todos sufren las repercusiones de la guerra.