El reloj está corriendo para Ultra Air, ya que este miércoles marca el plazo final para que la compañía entregue los documentos necesarios para ser admitida en un proceso de reorganización. De no ser admitida, la empresa se enfrentará a la liquidación.

Actualmente, la compañía solo cuenta con tres aviones de los seis que tenía, y tiene hasta mañana para presentar la documentación requerida por la Superintendencia de Sociedades. El superintendente, Billy Esobar, ha afirmado que si la empresa es aceptada, se buscará proteger los derechos de los acreedores y los usuarios afectados.

En caso de ser admitida en el proceso de reorganización, Ultra Air tendría diez días para actualizar su inventario y dos meses para presentar los proyectos de calificación y graduación de créditos. Durante este tiempo, se podrían presentar objeciones por parte de los interesados, seguido de una etapa de conciliación. Además, se otorgarían cuatro meses para presentar un acuerdo de reorganización votado por la mayoría de los acreedores.

Sin embargo, si Ultra no es admitida en el proceso, se enfrentará a la liquidación, lo que implicaría un destino incierto para la aerolínea. Mañana 24 de mayo se llevará a cabo una asamblea extraordinaria de accionistas, en la que se tomarán decisiones cruciales sobre el futuro de la línea aérea.