Escándalo en el fútbol europeo: el futbolista neerlandés Quincy Promes, que milita en el Spartak Moscú de Rusia, fue condenado por un tribunal de su país a seis años de prisión por el delito de narcotráfico. Según la fiscalía, el delantero estuvo involucrado en el tráfico de más de una tonelada de cocaína desde Sudamérica hasta Europa. Es la segunda condena que recibe en su país, al que no ha regresado buscando evadir el tiempo en prisión.
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Un tribunal neerlandés declaró culpable a Quincy Promes del delito de tráfico de cocaína y lo condenó a seis años en prisión. Según la fiscalía, el delantero y otro condenado “importaron, exportaron y transportaron” 1.326 kilos de cocaína, que salió desde Brasil, oculta en un cargamento de sal marina, y llegó a Europa a través de Escalda Occidental, en los Países Bajos, de donde fue transportada hasta Amberes, Bélgica en el año 2020.
La Policía de Países Bajos recibió información sobre el involucramiento de Promes en una operación de tráfico de drogas, por lo que fue investigado y vigilado a través de un equipo de escucha instalado en su carro. Las conversaciones grabadas y los mensajes recuperados de teléfonos incautados a otros sospechosos confirmaron las sospechas y les dieron las pruebas suficientes para iniciar un juicio, al que el futbolista no asistió, según sus abogados, por priorizar sus “obligaciones laborales”. El delantero no ha sido interrogado ni estuvo presente cuando se dictó la sentencia en su contra.
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Esta no es la primera vez que Promes se mete en problemas con la Justicia de su país: en 2021 fue condenado a 18 meses en prisión por “tentativa de homicidio involuntario” tras haber apuñalado a un primo durante una discusión. El delantero tampoco ha cumplido esta condena.
