Un fuerte conflicto estalló cuando Meli Panda, cliente de una zapatería local, afirmó haber experimentado discriminación por parte del zapatero que le atendió. Según Panda, el problema surgió porque el zapatero se negó a llamarle «señorita», lo que llevó a la intervención de la Guardia Nacional y a que Panda tratase de exponer y clausurar el negocio.
[adrotate banner=»22″]
El zapatero, por su parte, argumenta que el desencuentro se debió a la falta de la nota del trabajo por entregar y niega haber tenido intenciones de ofender al cliente. Sin embargo, el debate en redes sociales se ha centrado en la negativa del zapatero a utilizar el término que Meli Panda prefería, generando opiniones encontradas sobre la necesidad de ceder a las demandas identitarias en México y más allá.
Para sorpresa del zapatero, varios usuarios en redes sociales se dieron a la tarea de encontrar el negocio del zapatero y elevar su clasificación del negocio “Super Reparadora 2000”. ¿Usted qué piensa, el zapatero tenía el deber de usar los términos que su cliente exigía? o por el contrario ¿Meli exageró y debió entender que solo estaba allí para recibir un servicio?
Última noticia

Al hacer clic en «Suscríbete» aceptas nuestras políticas de tratamiento de datos. Puedes consultarlas Aquí